El directorio del Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) emplazó ayer a la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) a que, en 24 horas, informe cómo ha realizado la lectura de los medidores, qué precios ha aplicado por el consumo de energía y qué reclamos ha recibido de sus clientes sobre una presunta sobrefacturación en los consumos de enero.Sucede que esta semana comenzaron a llegar las primeras facturas que registran la energía consumida entre el 16 de enero y el 3 de febrero, período en el que se produjo la salida del transformador de Transener, lo que provocó cortes de energía de hasta seis horas diarias.
Ayer, trascendieron casos de usuarios que recibieron consumos muy superiores, incluso de hasta del 150 por ciento por encima del mismo período del verano pasado. La presunta anomalía se produce justo cuando la expectativa era, además del resarcimiento del 20 por ciento, que se reflejara en la factura el menor consumo obligado por los cortes de luz. Ninguna de las dos cosas sucedió.
El presidente de Epec, Daniel Bonetto, sostuvo que “los medidores son electrónicos e invulnerables y la lectura del consumo no ha sido estimada ni sobrecalculada”. La lectura está a cargo del personal de planta de Epec. Los lectureros realizan su tarea por la mañana y, por la tarde, un auditor chequea esa tarea, tomando medidores al azar.
Admitió que los días sin energía pueden haber creado expectativa de un menor consumo, cuando eso no necesariamente es así: la heladera y los aires acondicionados trabajan más después de los cortes para recuperar luego el frío perdido, por caso.
“No nos queremos justificar, vamos a verificar caso por caso”, indicó. Bonetto subrayó que ayer se recibieron sólo 60 reclamos en toda la ciudad e insistió a los usuarios que acerquen sus dudas a las oficinas de la empresa.
“Es engañoso no tener y después tener, porque muchos electrodomésticos trabajan a otro ritmo para recuperar el frío perdido”, coincidió el director del Ersep, Jorge Saravia. Sin embargo, el organismo no descarta que haya habido estimaciones y no lecturas reales del medidor, como sucedió en 2008, cuando el organismo dictó la resolución 15.
El descuento del 20 por ciento llegará para la mitad de los usuarios cuando la factura indique 03/2010 y para la otra mitad, cuando indique (en el casillero al lado de donde dice “período leído”) 04/2010. Las que se están repartiendo ahora corresponden al período 02/2010.
Se siente el aumento. Pero hay otro elemento que explicaría el porqué de las facturas “recalentadas”: en la boleta del verano se siente a pleno el aumento del 16,3 por ciento de la energía que rige desde el 1° de noviembre pasado.
Basta un caso: una pareja que vive en Nueva Córdoba consumió entre el 16 de diciembre y el 16 de febrero pasados, pese a los cortes, 261 kWh. Tiene dos ventiladores, heladera con freezer y lavarropas. No tiene aire acondicionado. La boleta que le llegó ayer es de 177,74 pesos, de los cuales 76,64 están subsidiados por el Estado nacional.
En el mismo período de 2009, la pareja consumió 253 kWh (casi lo mismo que este verano) y pagó 87,50 pesos. No tuvo subsidio del Estado nacional. Comparando sólo la energía consumida entre un verano y el otro, el aumento fue del 119,6 por ciento (ver facsímil).
Sucede que el precio unitario del cargo fijo aumentó 11,2 por ciento (pasó de 24,5 centavos a 0,2754); la energía del escalón uno aumentó 169 por ciento (de 18,65 centavos a 50,25) y la del escalón dos, 110 por ciento: de 29,77 a 62,7 centavos.
En tanto, la legisladora Modesta Genesio de Stabio (Vecinalismo Independiente), presentó ayer en la Unicameral un pedido de informes pidiendo a Epec que aclare cuál es el método que utiliza para la lectura y medición del consumo y si los cortes podrían haber modificado el consumo real que se debería reflejar en la medición.
La Voz del Interior
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